EL ATENTADO QUE MARCÓ LA TRANSICIÓN


20 de diciembre de 1973. Franco acaba de cumplir 81 años. Los rumores sobre su sucesión circulan por todos los estamentos del franquismo. En junio, el almirante Luis Carrero Blanco ha sido nombrado presidente del Gobierno, convirtiéndose en el hombre fuerte del régimen y principal candidato para perpetuarlo en caso de que el dictador muera. Ese día, acude como cada mañana a misa en la iglesia de los Jesuitas de la calle de Serrano, en Madrid. Él no lo sabe, pero el hombre que comulga detrás de él es Arriaga, miembro de un comando de ETA, que lleva meses planeando su secuestro y asesinato.

Este suceso clave de la reciente historia de España será reconstruido en El asesinato de Carrero Blanco, una miniserie que ahora se rueda, producida por BocaBoca para TVE y ETB. El guionista y director, Miguel Bardem llevará a la televisión el atentado. El reparto está encabezado por José Ángel Egido (Carrero Blanco), Unax Ugalde (Arriaga) y Pedro Casablanc (comisario Sánchez). Su estreno está previsto para principios de 2011.

El telefilme recrea cómo alrededor de las 9.30, Carrero sale de la iglesia y sube al coche oficial, un Dodge Dart negro, para dirigirse a su despacho. Al pasar junto al número 104 de la calle de Claudio Coello, el coche salta por los aires, volando literalmente por encima de los cinco pisos del edificio y cayendo en el patio de manzana del mismo. Cien kilos de Goma 2 en un túnel excavado bajo la calzada matan al almirante, a su escolta y al chófer. El día anterior, Carrero Blanco había recibido al secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger. Según las crónicas, el encuentro estuvo marcado por las profundas diferencias entre ambos respecto al futuro político del país.

Arriaga se había entrevistado un año antes con un misterioso personaje, conocido como "el hombre de la gabardina blanca", que le proporcionó información sobre los itinerarios y costumbres del almirante. Nadie ha desvelado nunca su identidad. El único que podría haberlo hecho, el propio Arriaga, fue asesinado en 1978 por un grupo de militares que vengaron así al político.

El asesinato de Carrero Blanco reconstruye todos los detalles que rodearon el magnicidio: la actividad de los etarras en Madrid, la falta de coordinación entre los cuerpos de seguridad del Estado en aquella época, así como las pesquisas policiales que quizá pudieron haber logrado abortar el atentado, sacando a la luz muchas de las incógnitas que ensombrecen este suceso.

Hace 30 años, la película Operación Ogro, dirigida por el italiano Gillo Pontecorvo y protagonizada, entre otros, por Gian Maria Volonté, José Sacristán, Eusebio Poncela y Ángela Molina -basada libremente en el libro homónimo de Eva Forest-, narraba el intento de secuestro y atentado de ETA. El título hacía referencia al nombre en clave con el que la organización terrorista vasca denominó la acción. Seleccionada oficialmente para la clausura del Festival de Venecia y declarada de "Especial Calidad" por la Dirección General de Cinematografía, obtuvo el Premio David di Donatello a la mejor dirección.
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