LOS SIETE DÍAS QUE HICIERON TEMBLAR LA TRANSICIÓN

Funeral por los abogados laboralistas asesinados en la calle Atocha (Foto: Marisa Flórez)

Martín Villa recuerda la semana de enero 1977 en que España estuvo al borde del abismo

"Solamente en aquellos días de enero vi seriamente amenazada la Transición”. Quien lo dice tiene sobrados argumentos para hacer tan rotunda afirmación. Es Rodolfo Martín Villa, ministro de Gobernación en 1977, quien entonces, hace ahora 35 años, hubo de hacer frente a una ofensiva criminal que colocó a la naciente democracia al borde del precipicio. A esa situación se llegó por la concatenación de episodios como los secuestros de Antonio María de Oriol y del general Emilio Villaescusa, el asesinato de los abogados laboralistas de la calle Atocha, la muerte del estudiante Arturo Ruiz por disparo de un ultraderechista y la muerte de la joven universitaria María Luz Nájera al ser alcanzada por un bote de humo de la policía antidisturbios. España iba de sobresalto en sobresalto tras los “cuarenta años de paz” de la propaganda de régimen franquista.

A sus 77 años, Martín Villa conserva una lucidez y una memoria prodigiosas. Recuerda nombres y fechas con precisión. Es un magnífico guía para recorrer de su mano aquellos intrincados —y delicados— acontecimientos. Ministro de Relaciones Sindicales en el primer Gobierno de la monarquía presidido por Carlos Arias Navarro, fue llamado de nuevo al Ejecutivo encabezado por Adolfo Suárez, quien le asignó una cartera “de primera”: nada más y nada menos que la de Gobernación. Así, con solo 42 años, se convirtió en personaje clave de la Transición.

“En ese primer Gobierno de Suárez se hicieron las grandes transformaciones que luego consagraría la Constitución”, afirma. Y el Ministerio de la Gobernación era un macrodepartamento del que dependían la seguridad pública, la política de la Administración local y la administración de las libertades ciudadanas (asociación, reunión y manifestación). Ese Ejecutivo, encabezado sorpresivamente por Suárez, estaba formado por personas que, excepto cuatro militares, no habían participado en la Guerra Civil, aunque muchos de ellos sí habían tenido puestos destacados en la dictadura del general Francisco Franco.

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