Restos hallados en la cueva de Lumentxa. / DIPUTACIÓN FORAL DE VIZCAYA |
Nuevas revelaciones sobre hallazgos de arte rupestre se han
dado a conocer este jueves. Dos arqueólogos vizcaínos han encontrado un pequeño
conjunto de pinturas rupestres de color ocre, del período Magdaleniense
avanzado en la cueva de Lumentxa, ubicada entre los municipios vizcaínos
costeros de Lekeitio e Ispaster, en la comarca de Lea Artibai. Son figuras de
dos bisontes de gran tamaño, además de una cabeza de caballo, de menores
dimensiones, insertada en el interior de uno de los bóvidos. Los científicos
calculan una antigüedad de entre 14.000 y 12.400 años (a.c.).
El descubrimiento ha sido dado a conocer por sus
responsables, Diego Gárate, técnico del Museo Arqueológico de Bizkaia, y Joseba Ríos, y la diputada
foral de Cultura de Bizkaia, Josune Ariztondo, en conferencia de prensa en
Bilbao. Ambos han destacado la relevancia que estas pinturas tienen para
completar el conocimiento existente sobre el arte paleolítico en Bizkaia. Su
hallazgo sin embargo se produjo en 2012 por casualidad, al realizarse una
inspección imprevista del interior de la cueva.
Además de la piedra donde están las pinturas principales,
que en parte están distorsionadas por un grafiti pintado sobre ellas, los
arqueólogos han encontrado 24 agrupaciones de puntos, manchas y trazos en rojo,
el depósito de ocre utilizado para hacerlas y una herramienta de sílex
incrustada en un agujero de la pared de la cueva. Las pinturas se encontraron en
una sala lateral de la galería principal de la oquedad natural que tiene su
entrada principal en terrenos del municipio de Lekeitio, pero que se extiende
por el interior hasta un territorio de la cercana localidad costera de
Ispaster.
La peculiaridad de este pequeño yacimiento, ya explorado en
1929 por el considerado padre de la antropología vasca, Joxe Miguel
de Barandiarán y el eminente naturalista Telesforo de Aranzadi, está en el gran
tamaño de las pinturas halladas, de 1,70 metros, más propio del arte rupestre
pirenaico que del cantábrico. Otro elemento que incide en la importancia del
descubrimiento es que es el primero con manifestaciones artísticas que se halla
en la comarca de Lea Artibai, pese a haber sido una zona de asentamiento
constante de poblaciones prehistóricas en el Magdaleniense.
El yacimiento se encuentra próximo a la cueva
de Santimamiñe, en la cercana comarca de Urdaibai, considerada el templo
del arte rupestre vizcaíno, por la cantidad y calidad de sus pinturas aunque,
en este caso, su tamaño es considerablemente menor al de las de Lumentxa (entre
30 y 40 centímetros). El hallazgo ha sido exhaustivamente analizado y sus
conclusiones han sido publicadas en el último número de la revista Kobie de
paleoantropología editada por la Diputación de Bizkaia.