 |
| Iglesia de Santa María del Juncal |
El alcalde de Irun, José Antonio Santano, el archivero municipal, Jose Monje y la autora del libro, Ana Galdós ofrecieron ayer los detalles de este nuevo libro, que recoge el trabajo ganador de la beca Serapio Múgica 2007.
El proyecto presentado por Ana Galdós a la convocatoria de la citada beca se presenta ahora como un interesante volumen de amena lectura que nos traslada al Irun del siglo XVI, un núcleo de población con apenas 2.500 habitantes, dependiente de la vecina Hodarribia, que comenzaba a crecer y a ganar autonomía en un momento de grandes cambios.
Jose Monje alabó la nueva publicación. «Este trabajo ha sido para mí una agradabilísima sorpresa, porque es una obra muy brillante», dijo. «No es una mera recopilación de datos. Son 900 documentos los que Ana Galdós ha analizado y a través de ese análisis ha hecho una interpretación de tres aspectos que son fundamentales: la iglesia, el concejo y la propia sociedad del Irun del siglo XVI, que era, hasta ahora, una época bastante desconocida».
La autora de la obra, Ana Galdós, agradeció al Ayuntamiento la financiación de la investigación histórica y de la edición del libro y al Archivo Municipal y a José Monje «la labor de conservación de los documentos y la ayuda prestada». También dio las gracias al profesor de la Facultad de Historia de la UPV, José Antonio Munita «que ha dirigido este trabajo y me ha apoyado en todo momento».
Según explicó Ana Galdós, 'Irun en el siglo XVI' se divide en dos partes. «Una es el catálogo documental, que recoge fichas de los documentos históricos que se conservan en el Archivo Municipal». La otra, se centra en la naración histórica. «Los capítulos en los que se divide la parte histórica son tres, que hablan sobre cómo Irun se va a daptando y va evolucionando de la aldea medieval hacia otro tipo de urbe. En el siglo XVI, Irun sigue dependiendo de Hondarribia. Hay una continua disputa entre Irun, que quiere su independencia y Hondarribi que no quiere perder el poder que tiene ni sus beneficios económicos. Pero Irun se va a ir adaptando a los cambios que se están produciendo en ese momento. El Estado moderno va surgiendo y los cambios religiosos van a afectar a toda Europa. Irun no se queda al margen de todas estas transformaciones. La iglesia se reestructura, no sólo eclesiásticamente hablando, sino que el propio edificio tiene un crecimiento. Y también cambia sudesignación. De Santa María pasa a llamarse Nuestra Señora del Juncal».
El libro también habla sobre la organización municipal, «sobre el concejo, la importancia que tiene la administración del día a día y cómo se organiza una población de 2.500 personas».
El último capítulo es el referido a la población, cómo se estructuraba, los oficios que desempeñaban sus habitantes, la importancia que tenía la familia, cómo era el urbanismo en esa época, cómo crecía, sobre todo a partir del camino de postas que empieza a surgir en este momento y que tiene una gran importancia».
Ana Galdós espera que con la lectura de su obra «la gente pueda comprender cómo era la vida de los iruneses en el el siglo XVI».
FUENTE: DIARIO VASCO, 14 de JUNIO de 2011