UN DOCUMENTAL REMEMORA LOS BOMBARDEOS DE LA GUERRA CIVIL

Josefina Mota recuerda que cuando los aviones sobrevolaban su pueblo durante la guerra civil se tumbaba boca abajo en las trincheras y cerraba los ojos para conjurar el miedo. Vivía en Berango y tenía 15 años. Desde entonces no pide más que "salud, paz y trabajo", y que no vuelva a su vida la miseria de aquellos años. Como otros testigos de los bombardeos, volvió a rememorar el horror de los bombardeos sobre las poblaciones civiles del País Vasco para configurar el documental Zerutik sua dator!, que ayer se estrenó en Zinebi, el Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao.

Josefina Mota acompañó junto a Teodosia Etxeandia, superviviente del bombardeo de Gernika, al equipo de Zerutik sua dator!,producido por la Diputación de Vizcaya, en la presentación pública de un documental, de 50 minutos de duración, que aspira a transmitir a las nuevas generaciones la terrible experiencia de la agresión a poblaciones civiles durante la guerra civil mediante bombardeos. En la memoria colectiva permanece en primer plano la destrucción de Gernika, y se conoce también el bombardeo de Durango y, en menor medida, el de Otxandiano. Pero no fueron los únicos: una treintena de localidades vizcaínas sufrieron los bombardeos.

Egoitz Rodríguez, el director de Zerutik sua dator! (en euskera, cae el fuego desde el cielo, la frase de un niño que observa el inicio de un bombardeo sobre su pueblo), explicó que el proyecto reivindica la memoria histórica y quiere ser un instrumento que permita la transmisión generacional. Por eso reunieron en los pueblos afectados, alrededor del fuego, a testigos de los bombardeos con jóvenes que apenas habían oído hablar de ellos para que conversaran sobre lo ocurrido. El intercambio de preguntas y respuestas ha llegado al documental, tejiendo la película con aportaciones rodadas en cada una de las localizaciones afectadas por los bombardeos en Bizkaia y testimonios de una treintena de testigos directos. Así, Zerutik sua dator! incluye danza, teatro, animación, entre otras piezas aportadas en cada pueblo. En total participaron en la realización del documental más de 3.000 personas. Entre los fragmentos que componen la película se encuentra, por ejemplo, la representación Arde Gernika, que fue representada en las calles de la localidad el pasado mes de abril para conmemorar el aniversario del bombardeo.



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FUENTE: EL PAÍS (Eva Larrauri) 17 NOVIEMBRE 2011