La habitación en la que durmió Franco en el Hotel Madrid. T. S. |
La habitación número 3 del Hotel Madrid de Las Palmas de
Gran Canaria sigue siendo la más demandada del concurrido establecimiento de la
capital canaria. Además de ser una de las más vistosas, es requerida porque
allí durmió Francisco Franco Bahamonde hace
80 años antes de iniciar el levantamiento militar que acabaría derrocando el
régimen republicano. Entonces, un camastro auxiliado por una mesilla de
noche y una lámpara. Una pequeña mesa auxiliar, un escritorio y un armario
completaban la habitación, la mejor de la época.
La cama, la cómoda y el espejo siguen formando parte del
mobiliario ocho décadas después y son reclamo tanto para admiradores como para
detractores del dictador. El Hotel Madrid y su coqueta cafetería se ubican a
las puertas de la Alameda de Colón y comparten plaza con el Gabinete Literario,
ocupando un lugar de referencia en la ciudad. Al llavero de la habitación
número 3 le cuelga un retrato de Francisco Franco. “Al que se lo desea quitar,
se lo quitamos”, adelanta Francisco Yanes, que junto a su hermano Vladimir
conforman la dirección del hotel.
Francisco Franco llegó a Las Palmas para investigar la
muerte del general Amadeo Balmes y presidir su misa. Y lo hizo el 17 de julio.
Esa noche durmió en el Hotel Madrid. Antes, por la tarde, departió con jefes
militares de Canarias y consta una cita con el cónsul italiano Ruggero Martin.
Estando en la habitación número 3 del Hotel Madrid recibió la notificación de
que había comenzado la sublevación. A
las cinco y cuarto de la mañana del 18 de julio de 1936 suscribió el
Manifiesto de Las Palmas y, en lugar de ir por carretera hacia el aeropuerto,
donde le esperaba el Dragon Rapide, fue hacia el Puerto de la Luz y Las Palmas
y se desplazó por mar hasta la bahía de Gando, cuentan que para evitar posibles
atentados a la salida de la ciudad.
“Hace poco pasó por aquí un turista italiano que nos dijo,
después de pedir la habitación de Franco, que era otra que podía tachar, que ya
había dormido también en una cama por la que antes había pasado Benito
Mussolini”, relata Francisco Yanes, al que le sorprenden pocas cosas después de
muchos años observando conductas y anécdotas que tienen en común odio o amor a
Franco.
“El día de San Francisco siempre tengo la habitación
reservada. Unos amigos comunistas gustan de reunirse a comer y celebrar ese día
en la habitación en la que durmió Franco”, cuenta Yanes, que asegura que han
sido muchos sus visitantes célebres, algunos políticos que prefieren guardar su
identidad. “Pascual Maragall no, él se hizo muchas fotos en la habitación y no
le importa que lo cuente”, dice. “La habitación también es la más demandada
durante la semana del Orgullo Gay”, concluye Yanes que le quiere quitar
importancia a un asunto que, sin embargo, se encuentra escrito en los libros de
historia. La habitación número 3 del Hotel Madrid será siempre la habitación en
la que Franco durmió por última vez antes de iniciar la Guerra Civil española.
FUENTE: EL PAÍS (Chema Santana) 18 JULIO 2016