Restos de una mandíbula hallados en Jebel Irhoud (Marruecos). JEAN-JACQUES HUBLIN, MPI EVA LEIPZIG |
La cuna de la humanidad se desplaza a Marruecos. Un equipo
de científicos ha descubierto en el yacimiento de Jebel Irhoud restos humanos
de 300.000 años, que atribuyen a los orígenes de nuestra especie. Hasta ahora,
los primeros Homo sapiens aparecían de repente en la historia, como
caídos en un paracaídas hace 195.000 años sobre algunos puntos de Etiopía.
El yacimiento marroquí se conoce desde 1960, cuando unos
mineros se toparon con cavidades habitadas en el Paleolítico. Entonces se
desenterraron varios fósiles humanos, asociados a afiladas herramientas de
sílex.
Reconstrucción de un cráneo a partir de los restos de Jebel Irhoud. PHILIPP GUNZ, MPI EVA LEIPZIG |
Los restos se dataron en 40.000 años y luego en 160.000 años. Ahora, un
equipo dirigido por el paleoantropólogo francés Jean-Jacques Hublin ha hallado más fósiles humanos,
incluidos fragmentos de una calavera y de una mandíbula. Una nueva datación,
con las últimas tecnologías, apunta a que estas personas vivieron hace unos
300.000 años.
Los restos de Jebel Irhoud sugieren
que la cara de aquellos humanos pasaría desapercibida hoy en cualquier calle.
Su cráneo, sin embargo, era achatado, no alto como el de los humanos modernos.
“Los llamamosHomo sapiens porque pertenecen a los orígenes de nuestro
linaje. Pero no pretendemos que sean humanos modernos, gente como nosotros,
porque su cerebro todavía tenía que evolucionar hasta ser como el nuestro. ¡La
evolución existe!”, explica Hublin, del Instituto Max Planck de Antropología
Evolutiva, en Leipzig (Alemania).
El nuevo hallazgo, que se
anuncia hoy en la revista Nature, sugiere que la emergencia de los Homo
sapiens llegó tras un proceso evolutivo que implicó a todo el continente
africano. Otro cráneo fósil, descubierto en 1932 en Florisbad (Sudáfrica), ha
sido datado provisionalmente en 260.000 años. Con los fósiles que hay hoy sobre
la mesa, la comunidad científica sostiene que los Homo sapienssurgieron en
África a partir de los Homo heidelbergensis, una especie más arcaica.
“Homo sapiens era hasta ahora la especie
sin pasado. Aparecía como de la nada en el registro fósil africano hace 200.000
años”, reflexiona la paleoantropóloga María Martinón Torres, investigadora del University College
de Londres. En su opinión, el hallazgo de Jebel Irhoud “cubre un vacío bastante
importante sobre el origen de Homo sapiens”. Sin embargo, es escéptica con
la clasificación.
“Lo que no tengo tan claro es que podamos llamarlos Homo
sapiens, porque todavía no tienen las características que definen a los humanos
modernos, como el cráneo alto y el abombamiento parietal, que sí están presentes
en otros Homo sapiens arcaicos, como los de los yacimientos de Qafzeh
(Israel) o incluso el de Herto (Etiopía)”, expone. Para Martinón Torres, lo de
Jebel Irhoud son “presapiens”, hasta que se demuestre lo contrario.
El genetista Carles Lalueza-Fox, uno de los mayores expertos mundiales
en ADN antiguo, también recela de las conclusiones de Hublin. “Que haya restos
parecidos a los primeros Homo sapiens no es incompatible con el hecho
de que todas las estimaciones genéticas siguen situando el origen de la
diversidad genética actual en unos 200.000 años”, opina.
Como buen genetista, Lalueza-Fox,
del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona, cree que el concepto de
especie es algo arbitrario. “El panorama del ser humano en África en los
albores de nuestra especie es mucho más complejo de lo que nos habíamos
pensado. Probablemente coexistieron formas muy diversas con morfologías más o
menos modernas junto con otras más primitivas, y sin duda por todo el
continente”, hipotetiza.
El geólogo Juan Cruz Larrasoaña ha colaborado con Hublin en la
reconstrucción del clima del norte de África durante el Paleolítico. “Debido a
la configuración de la órbita de la Tierra, hay periodos en los que el clima
del Sáhara fue más apto para la especie humana. Se expandieron los ríos y la
sabana”, señala. “El Sáhara no siempre fue una barrera”, subraya Larrasoaña,
del Instituto Geológico y Minero de España. “Aparecerán fósiles de edades
insospechadas en lugares inesperados. Y cada hallazgo desmontará algún
paradigma”, sentencia.
EL 'ATAPUERCA' DE LOS 'HOMO SAPIENS'
El antropólogo británico Chris Stringer y su colega Julia
Galway-Witham lo tienen claro: los restos de 300.000 años hallados en
el yacimiento de Jebel Irhoud son “los fósiles de Homo sapiens más
antiguos”. En un artículo de análisis publicado en la revista Nature,
Stringer y Galway-Witham, del Museo de Historia Natural de Londres, animan a
revisar las actuales ideas sobre la evolución humana en África.
Los fósiles de Jebel Irhoud “pueden iluminar la evolución de
nuestra especie de manera equivalente a cómo los fósiles de neandertales
tempranos de la Sima de los Huesos, en Atapuerca, han proporcionado información
sobre el desarrollo de los neandertales”, escriben los autores en Nature.
Hace 430.000 años, al menos 28 niños y adultos quedaron sepultados en una cueva
de la Sierra de Atapuerca, en Burgos. Su ADN muestra un parentesco cercano con los neandertales. Y sus restos
han iluminado la vida de esta especie, prima de los sapiens.
FUENTE: EL PAÍS (Manuel Ensede), 7 JUNIO de 2017
FUENTE: EL PAÍS (Manuel Ensede), 7 JUNIO de 2017