El documental Una esvástica sobre el Bidasoa, que fue
estrenado ayer en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián
(Zinemaldia), revela la existencia de contactos entre representantes
nacionalistas vascos y dirigentes nazis durante la Segunda Guerra mundial. El
filme recoge el testimonio de testigos de la época, historiadores y documentos
alemanes, según los cuales durante la ocupación de Francia, hubo un
acercamiento de dirigentes de PNV con nazis para tratar de asegurarse de los
alemanes una hipotética independencia de Euskadi. "Había que jugar a
ganador por una vez" confirma los contactos el exalcalde de San Sebastián Ramón
Labayen (PNV), que añade que "había cierta esperanza de que los
alemanes nos apoyaran frente a Franco."
Según el informe del alto mando del ejército nazi en Francia Werner Best, "los vascos esperan obtener el cumplimiento de al menos una gran parte de sus reivindicaciones nacionales". Sin embargo, en unas declaraciones a El Mundo, el catedrático de Historia de la Universidad de País Vasco Santiago de Pablo, que participa en el filme, los vascos no tuvieron "una estrategia de alianza" con los nazis, sino que estos contactos, autorizados por el lehendakari Aguirre, demuestran el "oportunismo" de los dirigentes del PNV en el contexto de una guerra dominada por el ejército nazi. "Querían dejar la puerta abierta por si los nazis ganaban la guerra, como parecía, y en ese nuevo mapa de Europa podían conseguir la independencia" apunta De Pablo.
El también catedrático de Historia Ludger Mees asegura que el objetivo de los contactos era, sobre todo, convencer a los alemanes de intervenir ante el franquismo para salvar a los presos vascos o dotar de una cierta tranquilidad a los refugiados en Francia. Mees revela algunos informes alemanes, en los que los nazis daban por seguro el pueblo vasco estaba "convencido de que no será olvidado ni despreciado" en la nueva Europa, aunque desconfiaban de sus verdaderas intenciones al considerarles "rojos separatistas".
El germen de Una esvástica en el Bidasoa es el descubrimiento de la única película rodada por los nazis sobre el País Vasco que se conserva, En tierra de vascos, que estuvo más de medio siglo oculta en los archivos alemanes y que evidencia la "fascinación" que sintieron los nazis por los vascos.
Según el informe del alto mando del ejército nazi en Francia Werner Best, "los vascos esperan obtener el cumplimiento de al menos una gran parte de sus reivindicaciones nacionales". Sin embargo, en unas declaraciones a El Mundo, el catedrático de Historia de la Universidad de País Vasco Santiago de Pablo, que participa en el filme, los vascos no tuvieron "una estrategia de alianza" con los nazis, sino que estos contactos, autorizados por el lehendakari Aguirre, demuestran el "oportunismo" de los dirigentes del PNV en el contexto de una guerra dominada por el ejército nazi. "Querían dejar la puerta abierta por si los nazis ganaban la guerra, como parecía, y en ese nuevo mapa de Europa podían conseguir la independencia" apunta De Pablo.
El también catedrático de Historia Ludger Mees asegura que el objetivo de los contactos era, sobre todo, convencer a los alemanes de intervenir ante el franquismo para salvar a los presos vascos o dotar de una cierta tranquilidad a los refugiados en Francia. Mees revela algunos informes alemanes, en los que los nazis daban por seguro el pueblo vasco estaba "convencido de que no será olvidado ni despreciado" en la nueva Europa, aunque desconfiaban de sus verdaderas intenciones al considerarles "rojos separatistas".
El germen de Una esvástica en el Bidasoa es el descubrimiento de la única película rodada por los nazis sobre el País Vasco que se conserva, En tierra de vascos, que estuvo más de medio siglo oculta en los archivos alemanes y que evidencia la "fascinación" que sintieron los nazis por los vascos.
Este es el trailer.
FUENTE: LIBERTAD DIGITAL 22 SEPTIEMBRE 2013